Síntomas
La enfermedad de Párkinson presenta síntomas motores (en los que están implicado el movimiento, la coordinación, el equilibrio,…) y síntomas no motores (no están implicados ni el movimiento, ni la coordinación, etc.). Estos síntomas afectan de manera variable a los pacientes.
Debido a que no hay un test definitivo para el diagnóstico de EP el diagnostico se basa en criterios clínicos, es decir, los síntomas presentados. La presencia de ciertas características, llamadas síntomas cardinales, junto con la presencia de otros síntomas secundarios, se usa para diferenciar el Párkinson de otros desordenes relacionados.
Los síntomas cardinales suelen estar formado por un grupo de 4 síntomas: Temblor en reposo, Rigidez, Bradicinesia e Inestabilidad postural, o en un grupo de 6 añadiendo la Postura flexionada y la Congelación. Nosotros consideramos más completa la clasificación de 6 síntomas cardinales.
Síntomas motores
Síntomas Cardinales de la Enfermedad de Párkinson
- Temblor en reposo: El síntoma más común y fácilmente reconocible. Está presente aproximadamente en un 70% de los pacientes. Es un temblor involuntario cuando la persona se encuentra en reposo, sobre todo en las extremidades superiores y en menor frecuencia en las inferiores, labios, mentón, etc. Normalmente son unilaterales (una sola extremidad) con una frecuencia entre 4 y 6Hz. El temblor desaparece cuando se ponen en movimiento y cuando están dormidos. Es variable durante el día y hay diferentes situaciones que pueden empeorarlo (cansancio, ansiedad,…).
- Bradicinesia: Es la lentitud en realizar movimientos voluntarios. Incluye lentitud en planear, iniciar y ejecutar movimientos y dificultad en realizar cualquier tipo de tareas simultáneas. La primera manifestación suele ser lentitud en realizar movimientos cotidianos, tiempos de reacción lentos y marcha lenta y en pequeños pasos. Afecta a todos los movimientos que requieren precisión como escribir, abrir la puerta de casa, lavarse los dientes, levantarse de una silla, salir de la cama, etc. En un inicio afecta solo aquellos que requieren mucha precisión y se va extendiendo a los que requieren menos.
Igual que otras características de EP la bradicinesia depende del estado emocional del paciente, por ejemplo si un paciente está deprimido la lentitud de movimiento puede verse incrementado, o si un paciente con la enfermedad más avanzada es estimulado puede realizar movimiento rápidos, incluso pueden ser capaces de correr si alguien grita “¡fuego!”.
- Rigidez o hipertonía muscular: Un incremento de la resistencia, normalmente acompañado del “signo de la rueda dentada” (ver imagen). Se tiene una sensación de pesadez acompañado de una falta de flexibilidad. Hay mucha más resistencia a realizar movimientos pasivos, como extender o flexionar las extremidades. Es detectado cuando el examinador mueve la cadera, los hombros o el cuello del paciente y experimenta un aumento de la resistencia. La rigidez puede estar asociada con dolor.
Signo de la rueda dentada: cuando se extiende pasivamente la mano hay una resistencia al estiramiento superior a la de una mano relajada sin este síntoma. Se puede vencer esta resistencia de forma intermitente, como si fueran escalones o un engranaje. Cuando se suelta la mano se queda en la posición que se deja (rigidez)
- Inestabilidad postural debida a una pérdida de reflejos posturales (falta del equilibrio y coordinación.) Tienen inestabilidad cuando están de pie, pueden tener problemas para recuperar la postura si sufren algún golpe o empujón pudiendo conllevar muchas caídas. Normalmente aparece en fases más avanzadas de la enfermedad.
El test para determinar este síntoma consiste en empujar el paciente por los hombros, y se analiza la respuesta a este estímulo. Este síntoma, junto con la congelación, contribuye significativamente al riego de caídas y posibles roturas de cadera.
- Postura flexionada: Rigidez del cuello y el tronco dando como resultado una postura deformada. Se adopta una postura con el tronco, la cabeza y las cuatro extremidades flexionadas hacia delante. Además algunos también pueden presentar deformidades en manos i pies. También se pueden dar otras deformidades esqueléticas como escoliosis , antecollis, síndroma de pisa y camptocormia.
Imagen izquierda: Típica postura flexionada en los pacientes de Párkinson. Imagen derecha: Deformaciones posturales en EP. A: camptocormia. B: antecollis. E: Síndrome de Pisa. D: Escoliosis. (Fuente: Doherty et al. Postural deformities in Parkinson’s disease- The Lancet Neurology, Published online April 26, 2011. DOI:10.1016/S1474-4422(11)70067-9)
Deformaciones típicas del pie y la mano en pacientes de Párkinson. (Fuente: J Jankovic. Parkinson’s disease: clinical features and diagnosis. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2008; 79:368–376. doi:10.1136/jnnp.2007.131045)
- Congelación: Bloqueos en la marcha o en medio de una acción. El cuerpo se queda bloqueado unos instantes (unos 10s) y no responde a ningún movimiento. La sensación es como si tuvieran los pies pegados al suelo. Ocurre aproximadamente en un 47% de los pacientes y parece que ocurre más frecuentemente en hombres que en mujeres. Este síntoma es una de las principales causas de las caídas en pacientes de EP.
No siempre están presentes todas las características, pero al menos dos (una de ellas temblor en reposo o bradicinesia) aparecen antes de que se realice el diagnóstico.
Los síntomas van empeorando a lo largo del progreso de la enfermedad. Normalmente las manifestaciones aparecen de manera unilateral (solo un lado del cuerpo afectado), pero progresivamente se ven afectados los dos lados.
Uno de los primeros síntomas detectados por los pacientes suele ser el “temblor en reposo”, especialmente en las manos. En un inicio puede ser intermitente, siendo presente solo en determinadas situaciones (situaciones de estrés), pero luego tiende a ser constante.
Cuando el temblor en reposo no está presente el primer síntoma suele ser la bradicinesia, manifestándose como velocidad reducida al andar y marcha con pequeños pasos.
Otros síntomas motores no cardinales
Los pacientes con Párkinson presentan varios síntomas motores secundarios que pueden afectar mucho a su rutina diaria y su calidad de vida.
- Disartria: Habla distorsionada. La causa es la dificultad para controlar o coordinar los músculos que se usan al hablar o la debilidad de estos músculos. Se puede caracterizar por la dificultad para hablar, hablar lentamente o producir sonidos inexistentes en la lengua habitual, haciendo que el afectado sea difícil de entender.
- Hipotonía: Disminución del tono muscular (grado de contracción de los músculos), también se puede llamar flacidez.
- Disfagia: Dificultad con la deglución (tragar), se experimenta una dificultad en pasar sólidos o líquidos de la boca al estómago.
- Problemas neuro-oftalmológicos: Problemas de la visión, como disminución en la frecuencia de parpadeos (puede producir sequedad), irritación ocular, alucinaciones visuales, etc.
- Micrografía: Reducción del tamaño de la letra escrita a mano. Esto es debido a la bradicinesia que causa dificultad en las acciones repetitivas.
- Poca expresión facial: Los pacientes presentan menos expresiones faciales de las que solían. Puede ser debido a la rigidez. En inglés se define como “Mask-like expression” (semblante como una máscara), término encontrado en las definiciones de James Parkinson en su ensayo de 1817.
- Aceleraciones indeseadas: algunos pacientes de Párkinson expresan movimientos demasiado rápidos en vez de demasiado lentos. Son especialmente problemáticos en el habla: las personas que hablan demasiado rápido padecen un rápido tartamudeo difícil de entender; y en los movimientos: pacientes que experimentan festinación, una aceleración incontrolada cuando andan que puede aumentar el riesgo de caídas.
Síntomas no motores
A parte de los síntomas motores hay otros síntomas que afectan a los pacientes de Párkinson, especialmente a su calidad de vida, clasificados como síntomas no motores, ya que no incluyen movimiento, coordinación, tareas físicas o movilidad. Estos síntomas suelen ser menospreciados en comparación con los motores (aunque a veces resultan más problemáticos para el paciente):
- Restreñimiento
- Trastorno del sueño: insomnio y sueño fragmentado.
- Cambios de humor
- Hipotensión ortoestática: Disminución de la presión sanguínea al levantarse.
- Disfunciones en la erección
- Disfunciones del esfínter
- Falta de motivación y apatía
- Fatiga
- Depresión
- Ansiedad
- Síntomas sensitivos: ocurre en un 40% de los pacientes. Incluyendo dolor, entumecimiento, hormigueo y ardor en las extremidades.
- Sudor excesivo
- Demencia: Sobretodo en estadios avanzados de la enfermedad, relacionado con la edad del paciente.
- Alucinaciones
- Cambios en el tono de voz: la voz se vuelve más débil.
- Alteraciones cutáneas: sobretodo de la cara y cuero cabelludo.
- Disminución del sentido del olfato